miércoles, 20 de marzo de 2013

Cumpleaños


          Cumpleaños, palabra que nos evoca no solo el momento en que una persona nace sino también el regalo con que Dios bendice a sus hijos.  Alegría que no puedes explicar con palabras sino solo con una sonrisa.  Una chance más de poder comprender su gran amor por la humanidad.  Todavía recuerdo cuando conocí a Nicolás, mi sobrino, no tengo palabras para describir ese momento, pero puedo decir una cosa, el solo hecho de ver sus ojos vi la bondad y el amor que Dios nos da cada día. A través de sus manos y brazos palpe la toda confianza que debemos tener con el brazo del Todopoderoso en medio de las dificultades.  Cuando lo abracé, sentí el palpitar de su pequeño corazón y la alegría que me regalaba con cada sonrisa, me hizo sentir el palpitar tu corazón Dios cuando alcanzo mis metas y logros en lo que me propongo alcanzar. Después de ese momento, me quede sin palabras simplemente me perdí en los ojitos de mi sobrinito.
            Que alegría es sentir el amor demostrado en mi favor, amor vertido en una cruenta cruz, en donde por mi y por ti su vida dio  Jesús. Me vienen esas hermosas  imágenes en donde el Gran Maestro bendecía a los niños y los tomaba en sus brazos los devolvía a sus padres.  Me trae a mi memoria cuando era pequeño y mi madre me tomaba en sus brazos y me contaba historia de la Biblia, me acuerdo de cómo me relataba y yo imaginaba como sería vivir en ese lugar llamado Cielo donde la muerte, llanto y dolor no tendrán invitación para entrar, solo el amor del Cordero nos inundara y podremos ver esas manos que se extendieron para darnos salvación y perdón.   

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