Jamás
pensé sentirme así, no se que fue, pero hoy me siento distinto. Es como girar en ciento ochenta grados para
nunca más ser igual. Cambio que te
muestra que puedes ser otro, tu entorno
no ha cambiado al contrario sigue igual, quien produjo el cambio y me potenció
a ser otro. Fue Jesús a través de tu influencia, tus
oraciones, tus palabras cuando me animas a no rendirme frente al primer obstáculo.
A pesar de que no me tenias frente a ti sabias como me sentía solo a mediante mis palabras y lo poco
que te decía. Con cada palabra que salía
de tu corazón sentía suaves caricias y toquecitos de amor que me acariciaban mi
corazón en días en que no podía ver la luz y solo percibía oscuras horas. Fuiste el salvavidas que del cielo bajo
cuando mi barca naufragaba en medio del mar tormentoso de esta vida, cuando ni
un brillo de esperanza se alojaba en mi mente.
Esperanza que se alojo en mi corazón y me motivo a escribir estas
líneas.
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