jueves, 23 de agosto de 2012

LEYENDO, ORANDO Y ESPARCIENDO LUZ 3ªPARTE

Ya se había profetizado en Apocalipsis 10:10, el texto dice que Juuan tomó el libro de la mano del ángel, y cuando: "Lo comí; y era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube comido, amargó mi vientre".  Para nuestros pioneros fue dulce leer Daniel 8:14, que el santuario sería purificado, entendiendo que a lo que el profeta se refería a que el Santuario, era la tierra que debía ser purificada, y para llevar a acabo esto, terminar conel pecado y el aguijón de la muerte, era necesario el segundo advenimiento de Cristo Jesús. Por esta razón, era dulce porque en la noche de 1844, se encontrarían con los que habían bajado al Seol creyendo que Jesús vendría por Segunda vez, la esperanza de todos estaba en ese día, amaban la promesa y hacían de todo para apresurar su Venida. Ojalá fuera así Hoy en día, sabiendo que tenemos la misma verdad, el mensaje de la Gran Esperanza, que debe ser proclamado a este mundo que se encuentra en tinieblas. 

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