Por: Silvana Leiva Zurita ©
Nadie me ha amado más que tú;
He perdido tu rastro,
Te he buscado en caminos errados.
Quiero volver a sentirte en el
viento,
Quiero abrazarte en el sol,
Quiero sentir ese amor tierno que nunca
me dejó.
Tengo miedo
de mirarte,
Mi cuerpo
está sucio de hombres sin amor,
Pero tú
no has dejado de mirarme,
Nadie me
ha amado más que tú, mi Dios.
Este escrito es una sugerencia para todos aquellos que escriben solo de sí mismos, creo que deberían escribir de su experiencia de Dios más seguido para que otros puedan ver que Dios es un Dios real y está preocupado por cada uno de nosotros.
ResponderEliminarNuestra vida gira en torno a Dios.
ResponderEliminarEl es el principio y el final de todas las cosas,y nada importa mas que el.
El es nuestra vida.
Si queremos escribir de nuestra vida
escribamosle a el.
El testimonio va junto con la oración y el estudio.
Es así nuestra vida es el reflejo del amor de Dios, amor inmerecido mostrado en la cruz del Calvario. Solo en la eternidad lo entenderemos, pues en este mundo todo es finito.
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