martes, 11 de diciembre de 2012

Tú puedes creer


Por: Camilo Leighton ©

Tú puedes creer que con una sola vara se abrió el mar rojo.  Puedes creer que Dios da el habla a los mudos, vista los ciegos y hace caminar a los paralíticos.  Él abre la matriz a las mujeres de noventa para que tengan hijos y da fuerza a los de ochenta y cinco para derrotar gigantes y conquistar ciudades fortificadas.  Cuando los mares de esta vida azotan la frágil embarcación de tu vida y sabes que te encuentras a punto de ahogarte, el agua comienza a bordear tus talones y la brisa de la tormenta te golpea en la cara sin avisar.   Te pierdes en medio de la oscuridad que te impiden ver la luz, así paso a paso, vives la vida como si todo no se va arreglar, la paz al igual que una paloma que emprende el vuelo, ya ha desplegado sus alas de tu lado hace años, y sientes que no puedes más es ahí cuando si eres religioso y crees en Dios, elevas una oración para solucionar tus problemas, pero que haces si no lo eres y no crees en Dios.  Dices de ti mismo, yo soy ateo, yo no creo en Dios.  Pero oye con atención lo que te voy a decir, no eres ateo crees en tus ideas, crees en tu filosofía y tu ideología, las defiendes a muerte y las adoras, ellas son tus dioses.  Y me dice no creo en Dios.  Dices que Dios es ajeno a mi realidad, pero tú eres ajeno a Dios. Cuando fue la  última vez que mirarte hacia el cielo y te preguntaste para que nací en este mundo, que me deparara el futuro. Y entre tus labios sellados circula este pensamiento, Dios tendrá algo mejor para mí.  Haz buscado noches enteras buscando respuesta entre las cobijas de tu cama, te desesperas y no sabes que hacer. Buscas libros de filosofía, pero aun tienes interrogantes que no tienen respuestas que satisfagan tu mente y suplan tu verdadera necesidad.  Existe un vacío en tu corazón.   Has buscado ayuda profesional, que solo te acarreado deudas, escuchado tantas veces lo que tienes y tu comida ya dejo de ser comido, pastillas y calmantes te permiten dormir, pero cuando sale el sol, el infierno de tu mente continua.
No puedes hacer nada para que Dios te deje de amar, él te ama quieras aceptar o no su amor, no puedes hacer nada para que él te ame más, él te ama. Nunca estarás tan lejos para que él no te pueda alcanzar con su amor. Puedo hacer una pregunta: ¿Has experimentado el amor de Dios en tu vida?   ¿Por qué no le das una oportunidad a Jesús?

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